Allí, en esas dos palabras está la esencia de las dos banderas que nos dejó Bateman como herencia y mandato; la paz con justicia social y el diálogo nacional, propósitos que en la política y en el sentimiento de las gentes pueden unir a los colombianos desde sus proveniencias, desde todas las identidades, saberes, sentires, colores y creencias, y, en ultimas, de todas las militancias de uno u otro bando o partido.
Ese fue el pensamiento y sentir del Báteman que un 24 de abril llegó a Santa Marta a una casa humilde desde donde se veía pasar las riquezas de sus vecinos y lujosos prados de la United Fruit Company, aquella empresa multinacional estadounidense que había llegado a Colombia a finales del siglo XIX y se asentó en la región colombiana de Caribe, la misma compañía dueña del tren bananero que según las leyendas cargó los muertos de la masacre de las Bananeras.
Jaime Báteman Cayón a quien luego de su desaparición y muerte le dedicaron aquella Canción como el “aguerrido comandante” https://www.youtube.com/watch?v=gXzmm6BxCqI&ab_channel=Sam%21II
Y fue Jaime Báteman quien le puso un sello de cambio definitivo a la lucha armada en Colombia, al entender que las ideologías más que sumar, restaban y dividían, y desde su estilo caribe y vallenato, entendió y batalló porque los cambios que reclamaban los nuevos tiempos de la América Latina, necesitaban nuevos vientos que empujaran y remozaran las formas de proponer y actuar de las insurgencias en esa década del 70.
Bateman es el inspirador de la política de concertar y dialogar en medio del conflicto que hace rato ya azotaba a Colombia, propuesta que supo identificar en el símil maravilloso del encuentro, de la junta, de la minga, del convite, de los eventos ciudadanos que al reunirse en la política, Bateman doctamente llamó “el sancocho nacional”, exquisita fórmula para decir que todos podemos y debemos participar en la construcción de la otra Colombia, diferente a la de las pobrezas impuestas, distinta a la Colombia de las ignorancia impuestas y lejana a las violencias ya casi eternas que carcomen el espíritu nacional.
Jaime Báteman, sin duda, es el autor intelectual de la hoy necesaria propuesta de paz total que en 1982 nos dejó como bandera y mandato.
Fabio Hipólito M
Abril 24 de 2024