Grito por la paz

Colombia entera solidariamente debe pegar un grito por la paz y rechazo a la violencia, al secuestro, al crimen, a la delincuencia y a las atrocidades que están acabando con nuestra gente y con la moral nacional. Son millones de personas las que en un gesto de no violencia activa hagan presencia con nuestros corazones y la mirada en alto, para decirle al gobierno, a los barbaros y criminales, que basta, que se acabe de una vez por todas esa infame violencia y ese maltrato a la patria, que no más asesinatos, no más secuestros, no más extorsiones, no más chantaje, que la guerrilla devuelva a sus hogares a los más de tres mil colombianos secuestrados y tratados de manera inhumana, injusta e inconsecuente con los valores humanos y cristianos.

Decimos no más a este miserable conflicto, en que aquellos bandidos alzados en armas no buscan nada distinto que acabar con el país, decir no más a aquellos políticos y dirigentes nacionales y regionales que usando y abusando de sus investiduras, cargos y poder, están involucrados con esas oscuras fuerzas para mantener su poder y privilegios; decir no más al gobierno y a la justicia que frene la corrupción y acabe la impunidad, decir no más a esos narcotraficantes que en su egoísmo y afán sin límites de dinero y codicia están matando nuestro país, nuestra tranquilidad y nuestro progreso. ¡Por Dios, tenemos que terminar esa cultura del crimen y esa apología al delito!

Es hora de reflexionar y hacer de Colombia una patria nueva, fundamentada en los valores y respeto a la vida, en la libertad, en la honestidad, en la verdad y en el trabajo. Es hora de un renacer espiritual y social porque tenemos una patria grande, una patria prodiga y esperanzadora para que permitamos entregarla a quienes la quieren destruir y seguir apoderados de nuestros recursos y riqueza, mientras exiaten tantas necesidades.

Que todos esos miles y miles de muertos y secuestrados nos sirvan de ejemplo de valor y martirio para que terminemos con esta barbarie y que todos los colombianos unidos en un propósito común de patria, saquemos a Colombia adelante con la fuerza de la moral, de la unión y el trabajo. Estamos a tiempo y sabemos que este clamor es un sentir nacional, que desde aquellos más humildes hasta los más encumbrados desean lo mejor para nuestro país.

Aquí no hay diferencias sociales ni económicas, no hay diferencias de género, ni edades, no hay diferencias raciales, todos somos iguales, hijos del mismo suelo, con sangre colombiana y amor patrio, colombianos valientes y orgullosos de lo nuestro y no queremos que nuestra nación se derrumbe por la maldad y avaricia de unos pocos, por eso pongamos nuestra frente en alto y continuemos diciéndole no a la violencia con acciones de bien y con amor patrio. ¡Es un grito por la paz!

Por: Diego Arango Osorio
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